expoEl Ayuntamiento de Quart de Poblet ha inaugurado una exposición que ha permitido rescatar del olvido Villa Amparo, la colonia de niños y niñas evacuados durante la Guerra Civil por el Gobierno de la República para alejarlos de los bombardeos y cubrir tanto sus necesidades educativas como las más básicas de higiene, salud y alimentación.

Hasta ahora, era ampliamente conocido en Quart de Poblet que varias familias del pueblo acogieron en sus hogares en 1936 a niños y niñas que llegaron desde Madrid, aunque no todos procedían de la capital. Pero no estaba documentada de forma fehaciente la existencia de Villa Amparo. Esta laguna enla historia local la han cubierto los historiadores Andrea Moreno y Pau Olmos,a los que la alcaldesa, Carmen Martínez, agradeció ayer en nombre del municipio “su tarea desinteresada” y el haber hecho posible esta muestra, en la que el Ayuntamiento se ha volcado porque “recuperar nuestro patrimonio es un eje fundamental en la gestión municipal”. Al acto, que reunió a numerosos vecinos y vecinas, asistió también la concejala de Cultura, Cristina Mora.

 

La exposición reúne 16 fotografías y 5 dibujos, procedentes de la Biblioteca Nacional de España; una fotografía localizada en la Tamiment Library and Robert F. Warner Archives de la Universidad de Nueva York, carteles de la guerra restaurados que forman parte de la colección privada de Manuel Ferrando y una recopilación de objetos de la época, especialmente ligados al mundo de la educación y la infancia, cedidos por el Museu Valencià d’Etnologia (MuVaEt) y la Biblioteca-Centre de Documentació del MuVaEt. A todas estas instituciones y personas, así como a la Fundación Ángel Llorca, agradecieron su colaboración Andrea Moreno y Pau Olmos.

 

Asimismo, destacaron que el Ayuntamiento haya adquirido los derechos sobre las fotografías expuestas,facilitando que “retornen al pueblo,pasando a formar parte del Fondo Local de Quart de Poblet” e hicieron hincapié en que la muestra es “un homenaje a aquellos niños que hoy son nuestros mayores”.

 

La alcaldesa, por su parte, incidió en que el Ayuntamiento está centrado en recuperar “el patrimonio material, dando nueva vida a edificios como el Casino,la antigua factoría Refracta, el Matadero Municipal y lo haremos algún día con la fábrica de Aceites Andrés, y también el patrimonio inmaterial: la memoria delas personas, como forma de honrar a nuestros antepasados y de llevar el conocimiento a nuestros jóvenes para repetir lo bueno y no copiar lo malo de cada momento”.

 

Como recordó, en las colonias como Villa Amparo, la número 28 de las 68 que el Ministerio de Instrucción Pública de la II República gestionó en la Comunidad Valenciana y Aragón en 1937, “los niños y niñas disfrutaron de los ideales de la escuela pública que defendía la República y que hoy desgraciadamente están sufriendo un gravísimo ataque; de valores como los de la Institución Libre de Enseñanza hacia los que debemos avanzar”.

 

Carmen Martínez quiso incidir en que con esta exposición se persigue“rendir homenaje a las familias que sufrieron tanto en una guerra injusta y cruel, obligadas a separarse de sus niños, de lo mejor que tenían, para protegerlos, y también a las familias de Quart de Poblet que hace 80 años les abrieron las puertas de su casa y de su corazón, de las que nos sentimos muy orgullosos”. Entre esas familias se encuentran la de Pau Olmos, a la que se unió un niño de Madrid, y la de la propia alcaldesa, que acogió a varios niños y niñas refugiados. Uno de ellos, Santiago Aparicio, acudió ayer a la inauguración y relató cómo llegó a Quart de Poblet con 9 años, aferrado a la mano de su hermano, y cómo encontró aquí a sus segundos padres y el hogar que habita desde hace 77 años, en compañía de su mujer, sus dos hijos y sus tres nietos. Su relato lo hizo en perfecto valenciano.

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